La ciencia y la democracia deben ser garantías para salvaguardar la diversidad

En conferencia ante la Academia Mexicana de Ciencias , el rector Salvador Jara Guerrero,  ofreció disertación acerca de la Ciencia y Democracia

Morelia, Mich., 22 de enero de 2012.– En Conferencia  ante la Academia Mexicana de Ciencias, el rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Salvador Jara Guerrero, reconoció que la ciencia  y la democracia  son instrumentos indispensables  en la vida humana actual  y deben ser garantías para salvaguardar la diversidad y vencer la tentación de imponer un solo punto de vista, así sea mayoritario.

Durante la conferencia  donde compartió la mesa con dos  ex ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: José Ramón Cosio y Diego Valadez , el funcionario universitario destacó que  tanto democracia como ciencia  representan dos de las características distintivas de nuestra época   y realizó  una profunda reflexión  acerca del papel de la ciencia en una sociedad democrática.

Tanto la ciencia como la democracia, aseveró, son necesarias para la supervivencia del mundo y del hombre, pero no son suficientes.

Dentro de las coincidencias que  citó para ambos conceptos   en su ponencia, Jara Guerrero, subrayó  que   surgen con la modernidad, nacen con ella  y explicó que ni la democracia, ni la justicia o la libertad, ni el conocimiento científico garantizan por sí mismos el bien común, o una vida digna para todos, ni existe fórmula alguna para establecer el peso relativo de cada uno de ellos.

También reconoció sus características particulares  la reconocer por un lado que la democracia ha otorgado la misma voz a todos los ciudadanos y ciudadanas y constituye un mecanismo para llegar a acuerdos, para decidir los proyectos futuros de una nación otorgando la razón a las mayorías.

Por otro lado, dijo, la  ciencia es una metodología, una manera de actuar, de ser y de pensar. La ciencia es una cuidadosa, disciplinada y lógica búsqueda del conocimiento, siempre sujeto a refutaciones, correcciones y mejoras, y siempre con una actitud crítica, tolerante y abierta, alejada de fanatismos

Gracias a los conocimientos científicos la expectativa de vida en los países en desarrollo se ha incrementado veinte años en el último medio siglo. La producción alimentaria mundial se ha incrementado notablemente, a pesar de que la superficie cultivada ha disminuido. Es también gracias a la ciencia que hoy sabemos que ninguna raza es mejor que otra y que si bien los hombres y las mujeres no somos iguales, ningún género es superior, puntualizó.

Aceptó que ni la ciencia ni la democracia son en sí mismas soluciones a los problemas y más bien, agregó  que  son sólo medios que permiten lograr acuerdos temporales para lograr objetivos más altos relacionados con un buen vivir, una buena vida, una vida comunitaria equitativa.

El Rector argumentó que  cuando se  pretender constituir una sociedad democrática sin fomentar la equidad es una quimera, No obstante, admitió que  en una sociedad en la que la educación es escasa, ni los representantes ni los representados cuentan con los elementos críticos ni con la cultura del debate civil para enfrentar los desacuerdos.

Cuando  se acaban los argumentos, manifestó, no queda sino la imposición autoritaria, la violencia para imponer puntos de vista. Pero la respuesta no está en la imposición de las ideas de los privilegiados ni de las masas mayoritarias sino en la paulatina construcción de la equidad y el diálogo permanente.

Así como la ciencia, con base en su prestigio y autoridad no debe descalificar a priori ningún otro saber, la democracia tampoco debe acabar con las perspectivas y visiones de las minorías escudándose en su poder mayoritario.

En ambos casos, puntualizó, esa actitud representa una ofensa a la inteligencia de quienes piensan distinto y defienden un modelo de desarrollo y supervivencia diferente, en la igualdad democrática todos y cada uno deben tener un espacio en el concierto de la planeación del futuro porque a fin de cuentas lo que está en juego es la existencia de mayorías y minorías, y de nuestro entorno natural. Y si se logra alcanzar ese primer objetivo de la supervivencia, la posibilidad de que el bienestar anhelado, tanto individual como colectivo, se haga realidad dependerá de reconocer en la ciencia y la democracia poderosas herramientas o metodologías o medios aliados que nos permitirán un debate y una experimentación permanentes de puntos de vista y de modos de vida para una mejor existencia.

 

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Georgina Morales Gutiérrez
Coordinadora de Prensa
UMSNH
Tel. 316-74-38

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